¿Fiesta infantil?

Cuando estaba embarazada, siempre imaginé (no me llamen loca) cómo sería ese primer contacto con el mundo fabuloso de las fiestas infantiles. Sigue leyendo y te comento la de las primera experiencia.

¡Y llegó la primera fiesta infantil! ¿Qué regalo? ¿Cómo visto al niño? ¿Cómo me visto yo? Todo eso era novedoso. Recuerdo que vi uno de estos programas donde a las chicas les dan una temática y se viste de acuerdo a ella. Los jueces las destrozaron porque, a su juicio, el outfit escogido no se ajustaba. La falda es corta, por si te agachas, los tacones altos y si hay grama se te dobla, el escote te puede jugar una mala pasada, los collares pueden lastimar al nene, en fin.. En ese episodio quedé peor que antes.

El caso es que, adicional a eso, yo no quería dos cosas: la primera verme como un uniforme con las demás mamás es decir, jean, blusas con vuelos (que estaban de moda) zapatos tipo tenis pero brillantes y con plataforma y la super cartera. Sabía que se vestían así, porque las veo en el cole y todas parecen salidas de la misma tienda. La segunda ponerle al niño el bendito uniforme de los equipos de fútbol. ¡NO!

Así que tomando en cuenta todo eso me fui a mi tienda personal (el closet) y, finalmente dí con algo tanto para el niño como para mí que cumpliera con lo que sí quería y lo que no. Debo decir que lo gocé tanto escogiendo el look como en la fiesta y, aunque ha pasado bastante de eso, mi hijo se niega a ir a las fiestas con los uniformes de fútbol o con una ropa «fea».

La moraleja de la historia es que cuando tenemos un evento, es importante disponernos a escoger con tiempo ese look tanto para nosotras como para nuestros hijos que nos haga sentir especiales. Acostumbremos a nuestros hijos a estar vestidos de acuerdo a la ocasión y a la edad. Eso, créanme, se logra con práctica y paciencia.

¡Hasta otro disfrutarTE!

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